¡Caramelos de violeta!
Excuso decir que me encantan los caramelos de
violeta y no podía menos que rendirles honor de alguna forma. Hace tiempo, una
amiga me comentó que había probado un bizcocho con ese sabor y que le había
sorprendido enormemente. Tal y como lo describió todo apunta a que se trataba
de un angel fook cake, así que
aprovechando que voy de invitada a una comida familiar he probado a hacer mi versión. Desde luego el resultado no defrauda, comerse un trozo de este bizcocho es como saborear un caramelo de violeta.
aprovechando que voy de invitada a una comida familiar he probado a hacer mi versión. Desde luego el resultado no defrauda, comerse un trozo de este bizcocho es como saborear un caramelo de violeta.
La receta que he utilizado es la del strawberry angel food cake del blog de Bea Roque, cambiando el extracto de fresa por extracto de violeta.
El angel fook cake es un bizcocho ligero, en el
sentido de que no contiene ningún tipo de grasa, aunque sí grandes cantidades
de azúcar ;). Tampoco lleva nada de levadura química ni gasificante; toda la esponjosidad procede del correcto batido
de las claras por lo que, tal como veremos, requiere ser tratado con delicadeza
hasta que termina el proceso de enfriado.
Cabe destacar que para este tipo de bizcocho es
muy recomendable utilizar los moldes específicos, que son los que darán el mejor
resultado final.
*El molde para angel fook cake es un molde
desmontable de aluminio adherente con patitas en la parte superior, de forma
que al voltearlo no toque la encimera. NO debemos engrasarlo NUNCA, es
necesario que el bizcocho se adhiera a las paredes del mismo de forma que al
voltearlo no se caiga.
Ingredientes (para un molde de 25 cm):
- 12 claras de huevo M (± 400 g; una clara de huevo pesa unos 33 g)
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1 cucharadita de cremor tártaro
- 435 g de azúcar blanquilla, en grano, tamizada
- Unas gotas de colorante en gel violeta (opcional)
- 125 g de harina todo uso tamizada
Necesitamos:
- 1 espátula de silicona para terminar de
mezclar
- 1 molde desmontable adherente especial para
angel food cake (25 cm)
- 1 espátula para separar el bizcocho de las
paredes del molde
- 1 rejilla para enfriar el bizcocho
- Precalentar el horno a 170 ºC
Nota:
- Todos los utensilios deberán estar
perfectamente limpios y secos, sin restos de grasa. Se recomienda limpiarlos
con limón antes de empezar.
- NO puede haber restos de yema, porque
dificultarán o impedirán que las claras monten.
- Las claras montan mejor si están a temperatura ambiente.
Preparación:
1.- Tamizamos la harina y el azúcar y reservamos.
2.- Comenzamos batiendo las claras a velocidad baja hasta que
comiencen a espumar y añadimos la sal y el cremor tártaro.
4.- Continuamos batiendo hasta que las claras adquieran un
aspecto suave y brillante y se formen picos duros (están firmes y no se caen
hacia un lado). En este momento añadimos el extracto de violeta.
5.- Si el color que resulta nos parece poco intenso podemos
utilizar unas gotas de colorante violeta.
6.- A continuación añadimos la harina tamizada en 2 veces,
terminando de mezclarla a mano con movimientos envolventes.
7.- Pasamos la mezcla a un molde especial para angel food
cake*. La vertemos por una esquina y dejamos que ella misma se amolde a todo el
espacio. Alisamos un poco la superficie y horneamos a 170 ºC durante 40 minutos.
Pasado ese tiempo comprobamos con un palillo que esté cocido. Si no lo está lo
dejaremos 5 o 10 minutos más.
8.- Sacamos con cuidado del horno y colocamos sobre la
encimera dado la vuelta, es decir, sobre sus patitas. De esta forma evitaremos
que se rompan las burbujas de la clara de huevo y se apelmace nuestro bizcocho.
Dejaremos en esta posición durante una hora.
9.- Finalmente, procedemos al desmoldado. En primer lugar
pasaremos una espátula por todo el borde del bizcocho y del tubo central para
despegarlo de las paredes. El mejor resultado visual se consigue pasando la
espátula una sola vez sin hacer
movimiento de vaivén. Sujetamos el molde por el tubo central y lo separamos de
la parte exterior. A continuación pasamos la espátula por la base del molde
para terminar de despegarlo y lo colocamos con mucho cuidado sobre una rejilla
donde terminará de enfriar totalmente.
10.- Para cortarlo utilizaremos un cuchillo de sierra, para evitar que se rompa o se deforme.
Espero que os animéis a hacerlo. Si no os atrae el sabor a
violeta podéis elegir cualquier otra esencia o extracto y sustituirlo en la
receta. Las posibilidades son tantas como sabores.
Para cualquier duda, aclaración o comentario constructivo no
dudéis en quemar la sección de comentarios que siempre serán bienvenidos.
Bicos mil,
Isabel Isa.
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